Requiem es la tercera entrega de la trilogía Delirium escrita por Lauren Olive
SINOPSIS:
“Han
intentado sacarnos, fijarnos en el pasado. Pero seguimos aquí. Y hay más de
nosotros cada día."
Ahora un miembro de la
Resistencia, Lena se ha transformado. La naciente rebelión que estaba en marcha
en Pandemonium se ha prendido en una completa revolución en Requiem, y Lena
está en el centro de la batalla.
Tras rescatar a Julian de una
sentencia de muerte, Lena y sus amigos huyen a la Tierra Salvaje. Pero la
Tierra Salvaje ya no es un lugar seguro -bolsas de rebelión se han abierto paso
a través del país, y el gobierno no puede negar la existencia de inválidos. Los
reguladores se infiltran ahora en las zonas fronterizas para acabar con los
rebeldes, y mientras Lena navega por este cada vez más peligroso terreno, su
mejor amiga, Hana, vive una vida segura y sin amor en Portland como la
prometida del joven alcalde.
Tal vez nos
hemos vuelto locos por nuestros sentimientos. Tal vez el amor es una
enfermedad, y estaríamos mejor sin él. Pero hemos elegido un camino diferente.
Y al final, ése es el punto de escapar de la cura: Somos libres para elegir.
Somos incluso libres para hacer la elección incorrecta.
OPINIÓN PERSONAL:
Réquiem está contado
desde el punto de vista de Lena y Hana, lo que nos muestra dos mundos
diferentes: los no curados o inválidos, y el de los curados; lo que hace el
libro más interesante.
En este libro, hay
partes en donde Lena me cayó un poco mal, y había veces en las que me daban
ganas de sacudirla y hacerla reaccionar. Pero en otras partes se ve la evolución
que ha tenido el personaje en el transcurso de todos los libros.
Con lo que respecta al
triángulo amoroso, Lena está muy indecisa, quiere estar cerca de Julián pero al
mismo tiempo no deja de pensar en Alex y estar atenta de lo que él hace. Alex
se comporta de una manera fría y procura no acercarse ni hablar con Lena más
que lo necesario. Por su lado Lena se separa de Julián porque se siente incómoda
y dudosa con el hecho de que Alex este cerca y los observa. Y Julián es
paciente, da su espacio a Lena, a pesar
que está sufriendo ya que él ama a Lena.
El ritmo de la novela
sigue siendo preciso, los personajes siguen siendo coherentes y las situaciones
nos llevan a momentos de tensión en los
que la autora se luce, y hay escenas que por momentos te quitan el aliento. Pero creo que en este libro falto más acción,
que abarque más sobre la rebelión, pero no hubo mucho de eso, al contrario creo
que el triángulo amoroso termina absorbiendo mucho de la historia (lo cual no sería tan
malo si se hubiera definido bien, cosa que no paso).
El final de la
historia no me gusto. De verdad entiendo el mensaje que da la autora sobre el
derrumbe del muro y todo eso y me encanto la prosa del último párrafo, pero es
que más que un final abierto parece
incompleto porque no resuelve las dudas que tenía y además me deja con más
dudas: ¿Qué pasa después con Lena, Julian y Alex? ¿Con quién se queda Lena?
¿Qué pasa con Hana? ¿Quién gana la guerra, los curados o los inválidos? ¿El
amor seguirá siendo considerado una enfermedad o ya se puede amar libremente?,
pero sobre todo ¿QUÉ PASA CON EL MUNDO
ENTERO?
Bueno a pesar de todo
es una de mis sagas favoritas y les
recomiendo mucho leerla.
MENSAJE:
El mensaje que nos da la autora es que,
muchas veces las personas construyen muros a su alrededor para protegerse, a
causa de todas las cosas malas que les ha pasado, pero no se dan cuenta que ese
muro tampoco les está permitiendo disfrutar de los buenos momentos, ni les
permite ser felices, porque no solo cierra las cosas malas sino también las
cosas buenas. Lo que debemos hacer es derrumbar todos esos muros, para que de
ese modo alcancemos la libertad y la felicidad; puede que siga habiendo
experiencias malas, pero también habrá muchas buenas, porque ¿cómo vas a
alcanzar el cielo si no saltas y te arriesgas?, puedes perder pero también podemos ganar.
FRASES:
"Julian es uno
de los último en surgir, me levanto y me encuentro corriendo hacia él,
disparada a sus brazos.
—¡Whoa! — Él
se ríe, tropezando hacia atrás un poco y exprimiéndose, obviamente sorprendido
y contento.
Nunca soy
cariñosa con él durante el día, delante de los demás.
—¿Qué fue eso?
—Te eché de
menos— digo, sintiéndome sin aliento por ninguna razón. Puse mi frente sobre su
clavícula, coloque una mano sobre su pecho.
Su ritmo me tranquiliza:
Él es
real, y él es ahora.”
“Siempre
estamos siendo empujados hacia abajo, en un camino u otro.
No tenemos más
remedio que dar un paso adelante,
y luego un paso al frente, y luego otro a la
vez;
repente nos encontramos en un camino
que no hemos elegido en absoluto.”
“—Sabes que no
puedes ser feliz
a menos que seas infeliz una vez,
¿cierto?”
“Queríamos la
libertad de amar.
Queríamos la libertad de elegir.
Ahora tenemos que luchar por
ella.”
“El que salta
puede caer, pero también puede volar.
Es el momento
de saltar.”
“Derriba los
muros.
Esto es,
después de todo, el punto.
No sabes qué va a pasar si derribas los muros,
no
puedes ver a través del otro lado,
no sabes si va a llevar a la libertad o a la
ruina, la resolución o al caos.
Podría ser un paraíso o la destrucción.
Derriba los
muros.
De lo
contrario, debes vivir de cerca, en el miedo,
construyendo vallas contra lo
desconocido,
diciendo oraciones contra la oscuridad,
hablando versos de terror
y opresión.
De lo
contrario quizás nunca conozcas el infierno,
no vas a encontrar el cielo,
tampoco.
No vas a saber sobre el aire fresco y volar.
Todos ustedes,
donde quiera que estén:
en sus ciudades espinosas, o sus pueblos de un solo
bulto.
Encuéntrala, la cosa sólida, los lazos de metal y la grieta,
los
fragmentos de piedra llenando tu estómago.
Y tira, y tira, y tira.
Haré un pacto
contigo: yo lo haré si tú lo haces,
siempre y para siempre.
Derriba los
muros.”










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